Bolivia: frases y neologismos del proceso de cambio

por Rolando Morales Anaya – Contrariamente a lo que ocurrió en 1952 cuando la Revolución fue conducida por intelectuales y el pueblo elaboró frases y vocablos que la acompañaron, el proceso actual, dirigido por indígenas, está acompañado de frases y neologismos elaborados por estudiosos, resultando algunos de ellos ininteligibles para la mayor parte de los bolivianos, por ejemplo, estado “multinacional” o “economía social comunitaria”. Otras frases y conceptos no parecen ser complicados pero sus contenidos necesitan ser precisados para lograr el apoyo mayoritario.

La expresión estado “multinacional” hace pensar a un estado que cobija múltiples naciones. En principio, ello podría asustar pues significaría la división de Bolivia en pedacitos. A esta posible crítica, Xavier Albó aclara que “nación” y “estado” no es lo mismo, siendo el primero un apelativo de un grupo humano con fuerte identidad de grupo mientras que estado hace referencia a la estructura política. Haciendo esta diferencia, Albó no encuentra razón alguna para temer que Bolivia sea dividida Posiblemente, hay otros eruditos que aclaran mejor esta diferencia, y deberían hacerlo, pues, la probabilidad de que este concepto sea introducida en la nueva Constitución es grande y, con certeza, pocos sabemos lo que significa, luego se corre el riesgo que la CPE [1] sea ajena al pueblo.

Se habla de los “derechos de los pueblos indígenas”. A mi entender, en una democracia, todos debemos tener los mismos derechos y obligaciones, independientemente que seamos o no indígenas. Haciendo este comentario a una amiga, ella me hizo notar que si hubiésemos aceptado sin matices ese principio, las mujeres nunca hubieran podido lograr estar incluidas en las listas electorales en porcentajes que superan el 30 por ciento. Es verdad que la ley puede decir que todos tenemos los mismos derechos pero la realidad en lo que concierne su ejercicio es diferente. Yo pienso que el principio de que todos tenemos los mismos derechos y obligaciones tiene que ser introducido en la CPE y, simultáneamente, se debería promulgar una legislación de excepción, de duración finita (por ejemplo 5, 10 o 20 años) que otorgue una protección especial a aquellos grupos que en la actualidad tienen dificultad para ejercer sus derechos. Creo que no debe confundirse una cuestión de principios con un contexto histórico determinado.

Algo similar puede mencionarse con relación a la “justicia comunitaria”. Contrariamente a lo que muchos imaginamos, este es un invento de la OIT y de las ONG, pero que ha encontrado un medio propicio para desenvolverse desde el momento en que ni la policía ni la justicia funcionan en Bolivia. Un amigo me decía: “yo estoy contra los linchamientos y otras prácticas salvajes, pero, cuando veo que la policía y la justicia no cumplen con su deber, no me queda otra cosa que avalarlos”. Posiblemente es la opinión de gran parte del pueblo boliviano, pero incluir la justicia comunitaria en la CPE significaría que aceptamos que por un largo periodo, el tiempo de vigencia de la Constitución, nos resignemos a que estas instituciones muestren el grado de ineficiencia actual. Nuevamente, pienso que la CPE debe incluir el principio de que la ley y la justicia son las mismas para todos y, que eventualmente, se promulgue una legislación de excepción, de duración limitada, autorizando a algunos grupos humanos hacer de jueces, acompañada de algunas reglas básicas que obliguen a respetar los derechos humanos.

“Autonomía”. ¿Qué significa? En una última visita que hice a Sucre, me sorprendió saber que en la Asamblea Constituyente se manejan cuatro niveles simultáneos de autonomía. Estos son: municipal, departamental, regional-departamental y de pueblos indígenas. Sin ser un erudito en la materia, la lógica me lleva a pensar que si una unidad menor es autónoma no puede ocurrir lo mismo con la mayor y que los indígenas viven en algún municipio, departamento o región, luego puede darse una confusión enorme en la definición de autonomía sobre bases territoriales y grupos de personas. Parece ser que se está pensando en que los diferentes niveles de autonomía tendrían otras competencias, en ese caso, ¿conviene seguir hablando de autonomía? Hay artículos y libros escritos sobre el tema, pero lo que los constituyentes piensan incluir en la CPE debería ser explicado a la población en su conjunto. Una invitación similar hago a los amigos de Santa Cruz a fin de que su posición pueda ser comprendida por todos los bolivianos.

¿La “economía social comunitaria” hará parte de una caracterización de la economía boliviana en la CPE? ¿O será planteada como un objetivo a lograr por los bolivianos? Pero, más allá de la forma como sea introducida esta expresión en la CPE, podemos preguntarnos qué es lo que significa. La mayor parte de los economistas no lo sabemos; posiblemente, a nivel popular su conocimiento es más bajo aún. Con este comentario, no buscamos desmerecer esta expresión, sólo buscamos que sus proponentes la socialicen explicándonos su significado.

¿Qué significa “saberes tradicionales”? Se supone que la palabra “saberes”, que no existe en español, hace referencia a conocimientos. Planteando esta pregunta a un amigo, insinuó que yo era el único que no sabía de qué se trataba. Cuando le pedí me explicara su contenido, balbuceando me dijo que se refería a los sistemas de riego y a la utilización de hierbas medicinales. Comenté que ese tipo de “saberes” era muy común a muchas culturas antiguas. Quizás la parte sobre la cual habría que extenderse es la referida a la “moral” de nuestro pueblo entendida como el conjunto de costumbres y valores que rigen la vida de la comunidad. En este campo, creo que hay mucho a revindicar y requiere una mayor difusión.

A mis alumnos suelo decirles que hay que ser creativos pero no demasiado. Hago este comentario por que me parece que la historia de Bolivia está siendo reinventada con gran creatividad. Es la sensación que tengo, pues, muchas cosas de lo que se dice actualmente, no logran armar un cuadro lógico. Una vez más, no siendo historiador, quizás me equivoque, por eso utilice la expresión “sensación” y no “convicción”. Creo que muchos bolivianos estamos en la misma situación, por lo que convendría invitar a los estudiosos de la historia a sumergirse, para enseñarnos, en el estudio de la evolución de los pueblos, más que en el número y en la forma que sucesivos presidentes de Bolivia fueron defenestrados.

Nota:

[1] Constitución Política del Estado.

Publicado en el semanario Pulso, aquí … Reproducido en el semanario Peripecias Nº 55 el 4 de julio de 2007