por Nicolás Minetti y Patricia P. Gainza – Hoy, 26 de enero, comenzó la quinta edición del Foro Social Mundial (FSM) en la ciudad de Porto Alegre, en el sur del Brasil, con cambios profundos. Su estructura temática, metodológica y espacial ha sido modificada para hacer frente a las peticiones de democratización de un proceso que hasta ahora sólo había logrado cumplir, parcialmente, con el objetivo de construir un modelo participativo, incluyente y representativo de la sociedad civil mundial.
La realización misma del V FSM estuvo bajo debate debido a varias razones. En octubre de 2004 el Partido de los Trabajadores (liderado por el presidente Lula da Silva) perdió la elección municipal en la ciudad que gobernaba desde 1988 y a la que hizo famosa en todo el mundo por su «presupuesto participativo». Fueron 16 años muy fermentales en los que llegó a ser considerada un verdadero laboratorio de políticas locales alternativas, pero también fue escenario de continuas luchas internas y de un inocultable desgaste político que nadie fue capaz de revertir.
En esa elección triunfó un partido que se define de izquierda (incluso hasta hace poco, aliado del PT a nivel nacional), pero que en Porto Alegre lleva adelante un programa conservador. Organizar un foro de estas dimensiones es imposible sin el apoyo de la ciudad sede, por lo que la derrota del candidato del PT significó, para muchos, que el FSM debería buscar un nuevo hogar. Felizmente nada de eso pasó, y las nuevas autoridades locales cumplieron con todos los compromisos asumidos por la anterior administración.
«Porto Alegre acoge con los brazos abiertos a los participantes de este quinto FSM», declaró en la conferencia de prensa inaugural César Busatto, secretario de Coordinación Política y Gobierno Local del gobierno del Partido Popular Socialista, y agregó que «el foro ya es parte integral de esta ciudad y de su cultura; Porto Alegre quiere al foro y desea que siempre vuelva a ella…ya es un caso de amor, .independientemente de quien esté en el gobierno».
La mesa que preside la conferencia es, a primera vista, bastante más representativa de las que solemos ver (por supuesto, más representativa que el Foro Económico de Davos, la reunión de los líderes de los países industrializados y las grandes corporaciones, frente al cual se construyó el FSM). En ella figuran hombres y mujeres de distintas razas, de diferentes religiones y provenientes de muy distantes lugares del globo.
Salete Valesan, del Comité Organizador Brasileño, agradeció el apoyo brindado desde los ámbitos públicos y afirmó que «El foro crece y se fortalece cada día. Es y será un lugar que apoya la creatividad social, dando lugar al debate y al diálogo, implementando espacios para coadyuvar a tales propósitos», para continuar declarando que «la existencia de este espacio para la diversidad, permite que todos y todas construyan un movimiento social, generando un proceso en común de aprendizaje, enseñanza e intercambio mutuo que nos lleve a ser mejores seres humanos».
La nueva metodología se puso en práctica durante el 2004 con la organización de una gran consulta entre las organizaciones y las personas interesadas en construir un Forum verdaderamente colectivo. «La misma tuvo lugar vía Internet, aunque se previeron mecanismos para permitir la participación de aquellos que no tienen acceso a la red», explicó la vocera de Comité Organizador.
Esta nueva edición de foro está organizada en 11 espacios temáticos que se despliegan en diferentes áreas a lo largo de la orilla del Río Guaíba. Son más de dos mil talleres, lo que significa que tendrán lugar más de un centenar de actividades por día (el programa de evento tiene casi el tamaño de un directorio telefónico) por lo que es tan abrumador como siempre pese a los anunciados esfuerzos por aglutinar propuestas similares. Aunque quizás habría que buscar las explicaciones de este fenómeno en el personalismo de las organizaciones sociales y no en el trabajo de los organizadores, al fin y al cabo la sociedad civil mundial tendrá el Forum que quiera… o se merezca.
N. Minetti y P. P. Gainza son analistas de información en D3E (Desarrollo, Economía, Ecología y Equidad- América Latina). Publicado en La Insignia el 27 de enero 2005.