Entrevista a Edgar Gutiérrez, fundador y director del Observatorio del Desarrollo de la Universidad de Costa Rica. El entrevistado es Doctor en Biometría Forestal y se dedica desde hace más de diez años a estudios sobre desarrollo sostenible. El Observatorio busca sistematizar información pertinente para aquellos que toman decisiones, así como democratizar el acceso a la misma en las temáticas de ambiente y desarrollo. Compartimos con él cinco días en el Taller Regional latinoamericano y caribeño sobre Capacitación y Planificación para el GEO (Global Environment Outlook) realizado en Montevideo en agosto de 2005. Por Rosina Methol.
¿Cuál es tu visión sobre la situación ambiental de América Latina (AL)? ¿Cuáles son sus principales problemas?
Para mí, uno de los principales problemas que enfrenta el continente, es la falta de una institucionalidad ambiental, de un marco institucional que garantice el desarrollo de estos aspectos. Esto implica en primer lugar que todos los temas vinculados al medio ambiente no estén en la agenda política prioritaria de los gobiernos, y en segundo lugar tampoco se cumple la agenda normativa específica vigente, aunque exista.
Muchos de los problemas del medio ambiente que conocemos, como la contaminación de las grandes ciudades, si los gobiernos le asignaran prioridad y se cumplieran las normativas, muchos se podrían solucionar, y sin embargo no se solucionan.
A pesar de esto, la esperanza está en AL porque es aquí donde se están planteando cosas diferentes, tenemos a Vázquez en Uruguay, a Chávez en Venezuela, a Lula en Brasil, que independientemente de que las cosas funcionen bien o mal, proponen realizar cosas diferentes, se está rompiendo el main streaming.
Ahora, si nos ubicamos en Centroamérica (CA), ocurre todo lo contrario; los países centroamericanos se están convirtiendo cada vez más en el patio trasero de los Estados Unidos (EU), siempre lo han sido, pero ahora ya ni siquiera EU lo limpia, y sin embargo seguimos insistiendo en serlo.
El Caribe vuelve a sus dinámicas, con los problemas de sus pequeños estados insulares, tienen dinámicas a un ritmo mucho más aceleradas. Aún con la gran vulnerabilidad ambiental que ellos tienen, la agenda ambiental no tiene un papel central, cuando debería, ya que cualquier cosa que pase con las costas, tiene impactos importantes en el turismo.
Si bien mantienen interés en el tema ambiental, cuentan con una gran dependencia de los países de habla inglesa (el Commonwealth), fundamentalmente de Inglaterra, a pesar de que sean países libres e independientes.
Cuba, República Dominica y Haití con sus problemas: Haití es la cenicienta de AL, es el país olvidado en todo sentido, hasta en la solidaridad, y por lo tanto, por los grandes problemas que sufre, no se sabe lo que puede pasar con Haití.
República Dominica está tratando de juntarse con otros países y hacer un bloque centroamericano, en muchos acuerdos comerciales, pero sigue la misma tendencia de ser el patio trasero de EU, donde ni siquiera se es dueño de la casa.
México, un gran país, de alto potencial, donde los políticos mexicanos, voluntariamente han adoptado también una posición de “patio trasero”, sin ninguna necesidad. La corrupción es muy alta desde hace muchísimos años, pero antes por lo menos los presidentes mantenían una posición nacionalista, y se enfrentaban a los intereses norteamericanos, cuando tenían que hacerlo, ahora no.
Los países andinos, con una dinámica muy conflictiva, en el sentido de que las expresiones populares van por un lado, los militares por otro y los conflictos son muchos. Esto trae una inestabilidad relativa de las democracias.
Colombia, con una guerra civil no reconocida, desde hace muchos años, con una intervención norteamericana descarada, a veces con algunos indicios de soluciones, pero con una alta inestabilidad política en toda la zona andina. Y cuando hay inestabilidad política, lo ambiental ni cuenta, no aparece nunca. Bolivia por ejemplo ni siquiera tiene un ministerio del ambiente.
Entonces, al igual que como lo planteó el escenario de la sostenibilidad en el GEO América Latina y Caribe (ALC) 2003, siento que ALC puede tener un futuro esperanzador si efectivamente ocurre un proceso de integración regional, donde además contamos con Brasil, un país que es la quinta potencia económica del mundo, a pesar de sus desigualdades internas. Creo que hay indicios de que podemos tener actualmente, una oportunidad de iniciar un proceso de integración diferente, que realmente le empiece a dar identidad a la región.
Siento que se empiezan a ver “afloramientos de posiciones diferentes”, de posibilidades que se vislumbran en futuros cercanos. Si éstos no cristalizan en acciones concretas, la degradación ambiental en nuestro continente avanzará a un ritmo vertiginoso.
¿Cómo ves en este recorrido por Latinoamérica, el aporte de la metodología GEO?, ¿Cuál es su papel?
Creo que GEO aporta la agenda ambiental. Es el único documento en la región, que en sus 200 páginas, hace los señalamientos de los problemas ambientales de Latinoamérica, a qué cosas hay que ponerles atención, qué cosas hay que atacar ya, pero también hace un señalamiento sobre las necesidades de hacer las cosas de una manera diferente.
En el GEO ALC 2003, se planteó claramente, que se necesitaba experimentar nuevos estilos de desarrollo. No se podía continuar con el mismo estilo de desarrollo que habían adoptado estos países en los 80s y 90s, con niveles de consumo totalmente insostenibles. Se propuso que tenían que adoptar otro modelo de desarrollo y por lo tanto que tenían que adoptar otros modelos de relaciones con el exterior, donde Latinoamérica debía presentarse como una unidad, donde se pudiera plantear los temas de otra manera: comercio justo, con relaciones más igualitarias de beneficios comunes, reconocimiento de las fortalezas y las debilidades que tenemos, tratando de compensar las debilidades con las fortalezas, en relación con los mercados externos.
GEO tiene la posibilidad de convertirse en ese instrumento que incorpore la agenda ambiental regional, con una visión integrada. Como latinoamericanos, tal vez por nuestras relaciones históricas con las diferentes metrópolis, hemos llegado a creer que la visión regional es la suma de las visiones nacionales, y eso no nos va a llevar a ningún lado.
Creo que se ha dado un gran paso adelante en la construcción de visiones regionales de lo ambiental, desde la sociedad, y esto permitiría establecer una agenda ambiental. Me alegra mucho que cuando sale un Foro de Ministros de ALC tengan al GEO como su instrumento, creo que es un paso muy importante. Lo que alentamos ahora es que los otros Foros de Ministros, Foros de Hacienda o de Salud, también lo tomen, lo consulten y lo vean como una referencia obligada, en materia de desarrollos específicos de cada una de estas áreas en el ambiente.
Como profesional universitario, ¿qué opinas del conocimiento científico? ¿Qué vinculación tiene en AL con la temática ambiental y la integración regional? ¿Cuál es el papel del conocimiento en este proceso? ¿Se puede hablar de un conocimiento latinoamericano?
Nos falta mucho, muchísimo, en materia de investigación en ambiente y desarrollo. Lo que los países latinoamericanos avanzaron en la década de los 70s, lo borramos en los 80s y 90s.
AL fue cuna de pensamiento novedoso en lo 70s en materia de interpretación del desarrollo de los países, no solamente en esta región, sino en el mundo. El tema ambiental surge en AL en los 70s, como un tema importante, pero desgraciadamente en los 80s y 90s, la década perdida como se ha llamado, -desgraciada diría yo-, las relaciones que la región empieza a tener con el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), tienen un impacto muy fuerte en el desarrollo científico de nuestros países. Pasamos del desarrollo de conocimientos colectivos al desarrollo de conocimientos individuales.
La investigación se individualizó -con las implicancias que ello tiene-, y además por los escasos recursos que nuestros países invierten en ciencia y tecnología (C y T), hace que cada vez más los científicos, se concentren en el laboratorio o en sus escritorios a hacer sus propias cosas, pero se pierde la oportunidad de enriquecer el conocimiento con la participación colectiva de otros investigadores.
En las décadas de los 80s y 90s AL tenía la oportunidad, y lo habíamos aprendido de los 70s del trabajo multidisciplinario, de la transectorialidad de los análisis, ese análisis lo perdimos, y nos convertimos cada vez más en réplica o en repicadores de los estilos de investigación que se hace en los países del norte, donde las necesidades son muy diferentes a las que tenemos nosotros. Tenemos una gran necesidad de generar ese conocimiento colectivo.
En materia ambiental por ejemplo, en la década de los 80s y 90s, se realizó una gran promoción de la reforestación en Centroamérica, con recomendaciones casi textuales de lo que se hacía en el norte o en Australia, con especies que ni siquiera eran nuestras, sin considerar el entorno. Fueron plantaciones enormes, miles de hectáreas plantadas de árboles no nativos. Obviamente, después de 10 ó 15 años, se vieron los desastres ocurridos, y el retiro de los inversores de la forestación. Esto es una muestra, de cómo esa tendencia, de ver lo puntual, lo individual, nos lleva a una tendencia de la C y la T totalmente equivocada.
Igualmente soy optimista. Veo que hay algunos afloramientos de esperanzas. Hoy hay ejemplos de ese trabajo colectivo y multidisciplinario, transectorial en investigación. Siento que empieza a aflorar.
GEO es una muestra de esto, GEO hace 10 años no hubiera sido posible. Ahora reúne a una gran gama de disciplinas y gente trabajando en diferentes sectores. Se elaboran consensos, apreciaciones desde visiones conjuntas y creo que se están dando por aquí y por allá … Sin embargo falta mucho aún en C y T. Creo que a las Universidades latinoamericanas les hace falta la necesidad de vincular el campo científico específico, con el desarrollo. Esta vinculación todavía es muy débil, creo que hay que fortalecerla y a pesar de que hay un discurso, en la realidad no se lleva a la práctica. Hay un gran divorcio, hay un trabajo pendiente.
Por último, ¿cuál es tu evaluación del Seminario realizado en estos días en Montevideo?
En cuanto a la evaluación de los Módulos del Manual, me parece que fue precipitada, los módulos no están completos, hay apreciaciones en los módulos que siento que no van a ser aceptados por las oficinas centrales del PNUMA, entonces, me parece que el testing fue apresurado.
Sin embargo hubo aportes y señalamientos muy importantes, que serán retomados por los autores de los módulos, pero hay una oportunidad que perdimos, bueno igualmente la aprovechamos por las opiniones y sugerencias muy importantes. Aunque hubiera sido mejor, que los protocolos ya estuvieran consensuados entre los técnicos y las oficinas centrales del PNUMA.
Con respecto al proceso GEO 4, creo que hubo manifestaciones compartidas, como la responsabilidad de representar a la región, aunque personalmente, me queda un sentimiento de frustración, pensando en la posibilidad de injerencia que podamos tener en este proceso. Ya la carreta está andando, tiene una inercia y tiene que salir, y cuando algo tiene que salir, o sale, o sale, o lo sacan…
Siento que ALC va a tener que jugar (tal vez en el Foro de Ministros) un papel muy importante en la evaluación que se haga del GEO 4. Quisiera que el GEO 4 fuera el mejor documento, pero siento que esa tendencia de convertir al GEO 4 en un informe fundamentalmente hecho por expertos, y no tanto por la colaboración de centros colaboradores, o de gente de las regiones, enfoque que habíamos empezado a consolidar en el proceso anterior, creo que ahora está amenazado el proceso del GEO 4. Esta es mi apreciación personal, y ojalá me equivoque.
Estoy muy satisfecho por las discusiones que hemos tenido aquí y las orientaciones que hemos recibido. Hay un material riquísimo y además creo que los señalamientos que se han hecho sobre por dónde ha de transitar el GEO ALC 2007, han sido muy valioso.
Si logramos validar esos mecanismos de consulta y si logramos efectivamente desarrollar el documento bajo esos términos, GEO ALC constituirá un aporte muy importante y efectivo.
En términos generales, siento que los días que estuvimos aquí, fueron muy provechosos, obtuvimos aportes, observaciones, sugerencias y recomendaciones muy importantes, y creo que realmente valió la pena.
R. Methol es agrónoma y analista de información de CLAES – D3E (Desarrollo, Economía, Ecología, Equidad – América Latina). Publicado el 28 de octubre de 2005.