Entrevista a Oscar Oliviera: «Creo en el poder de la gente»

por Sanna Stockstrom – Oscar Oliviera es el portavoz de dos coordinadoras ciudadanas bolivianas que han estado en el centro de las últimas movilizaciones sociales. Por un lado, Oliviera participa en la coordinadora de Defensa del Agua y de la Vida que se originó en la llamada «guerra del agua» en Cochabamba y que ahora se ha extendido a toda Bolivia. También integra la coordinadora del Gas, que nació en octubre de 2003, durante el alzamiento social que terminó con la renuncia del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. Oliviera coordina diferentes movimientos sociales que luchan contra empresas transnacionales y promueve alternativas que apuntan a la nacionalización de recursos naturales.

Oliviera participó en varias actividades sobre la privatización forzada del agua en el Foro Social Mundial de Porto Alegre. En el foro se prestó mucha atención a la situación boliviana al recrudecer la protesta social en enero de 2005, especialmente en la ciudad de El Alto, en las afueras de La Paz, lo que obligó al gobierno a cancelar su contrato de privatización con la empresa Aguas del Illimani. Entre los talleres del FSM, accedió a concedernos una entrevista para hablar de la situación actual en Bolivia y las nuevas protestas sociales.

¿Qué opina de los hechos vividos a principios de año en la ciudad de El Alto, que terminaron en la cancelación del contrato gubernamental con la empresa transnacional Aguas del Illimani?

Esto estaba completamente previsto. Nosotros habíamos hablado con los hermanos de El Alto hace más de dos años y ellos han tomado la decisión. Lo que faltaba básicamente era contar con una dirección honesta, una dirección que lleve adelante estas demandas de los hermanos alteños que básicamente decían que Aguas del Illimani debería irse. Creo que al contar ahora con una organización como la Federación de Juntas Vecinales que es absolutamente joven, transparente y comprometida con su población, hemos logrado hacer bastante historia contra el modelo (neoliberal) y contra esa apropiación absolutamente inmoral de las transnacionales sobre el recurso agua.

Recientemente, Santa Cruz se declaró autónoma y convocó un Cabildo para elegir autoridades departamentales transitorias. ¿Qué opina de esta declaración?

Bueno, es muy preocupante, la verdad que sí. Es muy seria la decisión que han tomado las elites de Santa Cruz, que viéndose desplazadas del aparato político -ellos siempre han estado gobernando el país- , ahora pretenden apropiarse de la tierra, como Santa Cruz y Beni, y las zonas donde están básicamente los hidrocarburos como Santa Cruz y Tarija. Creo que es una muestra clara de que estas elites, al llegar al poder económico de los hidrocarburos, tratan de no solamente dividir al país sino ante todo de apropiarse de estos recursos naturales que son básicos para la economía de un país como son la tierra, el gas y el petróleo. Pero tenemos que decir a las elites cruceñas y tarijeñas que tenemos experiencia en recuperar los hidrocarburos de las manos de las transnacionales, como ocurrió, por ejemplo, en la guerra del Chaco en la década de 1930. Nosotros también vamos a recuperar de las manos de estas elites ese recurso que es patrimonio de todos los bolivianos.

Entonces, ¿ustedes no van permitir que se separen del resto del país?

Definitivamente no. La gran mayoría de los cruceños son inmigrantes serbios y quieren hacer lo mismo que pasó en Yugoslavia con Santa Cruz. Yo creo que esa generosidad del pueblo boliviano de haberlos acogido aquí no va permitir que ellos aprovechen de esta generosidad que debería servir al país entero. La gente del pueblo cruceño, la verdadera gente del pueblo cruceño, está en contra de estas elites y seguramente también sabrá recuperar aquello que pretenden de entero apropiarse en una manera absolutamente inmoral las elites tarijeñas y cruceñas.

¿Cómo imagina Bolivia en seis meses?

Bueno, es muy difícil predecir lo que va pasar en el país. No se puede decir mucho, pero estoy casi seguro de que Mesa no va terminar hasta el 2007 su mandato. Estoy casi seguro de que la Asamblea Constituyente va ser un proceso muy difícil de conseguir, y no va haber una ley de hidrocarburos que los nacionalice, por lo tanto yo creo que se presentará en el país un escenario de confrontación que nadie quiere pero que ciertos grupos del poder y el propio presidente Mesa por su indecisión están llevando a que este escenario sea el que probablemente espera a Bolivia en los próximos seis meses.

¿Usted tiene la impresión de que el país va caer en la violencia? ¿Tal vez en una guerra civil?

Creo que si. Yo creo que la única forma es que este vacío, que esta dejando este derrumbamiento del aparato estatal, lo ocupe alguien. Seguramente lo van a querer ocupar los sectores de la derecha, los sectores reaccionarios asociados a los transnacionales.

¿A través de un golpe militar?

Van a utilizar seguramente a los militares. Pero yo creo que el pueblo boliviano no va a dejar que este espacio sea ocupado por aquellos que siempre han estado gobernando este país durante muchos años. Y creo que el pueblo sabrá también tomar las armas que siempre ha tomado para seguir consiguiendo un proceso democrático que culmine en la Asamblea Constituyente.

¿Ustedes van luchar para estar en el poder?

Yo no creo en el poder de la silla presidencial y del Parlamento nacional. Yo creo en el poder de la gente, en la capacidad de articulación y movilización que tiene la gente como demostró la guerra del agua (en Cochabamba, 2000) y de gas (octubre 2003 en El Alto y La Paz) y ahora en El Alto (en la lucha contra Aguas del Illimani). La única forma de que la gente pueda transformar sus condiciones de vida es a través de un verdadero proceso de articulación y movilización de la gente.

¿Y qué medidas van a tomar para evitar golpes de la derecha?

Esto lo vamos a ver en su momento. Yo no quiero decir qué medidas vamos a tomar, esto sería adelantar a sectores que no nos interesan que sepan que es lo que vamos a hacer, pero yo creo tenemos una larga experiencia de lucha y en función de lo que se puede presentar nosotros vamos a establecer un plan para seguir avanzando.

¿Parte del plan podría ser apoyar a Mesa para que él se mantenga en el poder?

No, definitivamente, no. Nosotros no queremos una continuidad del gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada. Mesa no ha cumplido con la agenda de octubre, que es una ley de hidrocarburos nacionalizadora y una Asamblea Constituyente. Este incumplimiento es una causa fundamental para que estemos en esta situación y por lo tanto no lo vamos a apoyar.

¿Cuál es su relación con el Movimiento al Socialismo (MAS) y Evo Morales, su dirigente máximo?

Ningún tipo de relación. Ni orgánica ni política, ni ideológica. En el pasado hemos realizado acciones conjuntas al nivel estrictamente sindical y social pero a partir del establecimiento de un proyecto político que no me convence he dejado la relación con Evo Morales y el MAS.

¿Usted no cree en Evo Morales como presidente?

Es una aspiración legitima que tiene Evo Morales, pero yo creo que el verdadero poder esta en la articulación y movilización de la gente y no en las personas. Pero yo voy a apoyar a todas las acciones de Evo Morales que puedan conducir al fortalecimiento de los movimientos sociales.
S. Stockstrom es analista de información en D3E (Desarrollo, Economía, Ecología, Equidad América Latina). Publicado en La Insignia el 2 de febrero 2005.